Zidane se movía con la gracilidad de un bailarín. Con una maestría y elegancia innata, él orquestaba el juego con pasión desbordante. Sus pases eran milimétricos, como pinceladas magistrales en un tapiz https://kobirlrr021887.blogsumer.com/37549717/zidane-explica-su-famoso-cabezazo